He estado leyendo varios libros este verano. Tanto es así que alguno aún lo estoy acabando. Dos han sido los temas que más me han interesado. Uno de ellos es la procrastinación.
Es una palabreja que se está poniendo de moda pero el concepto que hay detrás siempre ha estado y está presente en nuestras vidas. Según definición de wikipedia:
La procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro), postergación o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.
Es decir que es aquel objetivo, personal o profesional, que no acabamos de afrontar nunca. Antes encontramos todo tipo de excusas; así que o estamos muy ocupados haciendo otras cosas o estamos flagelándonos directamente por no hacer aquello que es tan importante. Pero que erre que erre seguimos sin ser capaces de hacer.
Prácticamente todas las personas procrastinamos en algo. El área y la intensidad con que lo hacemos son cruciales para nuestras vidas. Puede ser un tema baladí para algunos pero en cambio importantísimo para otros.
Lo primero decir que es un mal hábito que puede cambiarse. No es una enfermedad ni un destino del que no puedo escapar. De hecho se trata de una respuesta natural y predecible a determinadas fuerzas.
Se trata de encontrar estrategias, maneras de gestionar mejor el estrés que nos provoca y conseguir un punto mayor de autodisciplina. Conseguirlo no es tan difícil si entiendes que es un conflicto interno entre tu niño y tu adulto y que requiere escuchar e integrar a ambos en tu vida.
¿ Cómo ?
Conceptualmente, concentrándote en las que cosas que te aportan y evitar las negativas.
En el día a día, y de una forma más concreta y práctica empezaremos a verlo en la próxima entrega. Hasta entonces.
CoachingDirectivo.net 
Me suena esto, Santi… Ahora mismo estaba procrastinando, y me has hecho pararme a pensar y ponerme con ello.
Gracias!
Txema.